Para qué y cómo digitalizar lo rural

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Hace una semana que regresamos del NEBFest al que nos invitaron desde la compañía maximimalista (sociedad cooperativa). Nos invitaron a pensar sobre para qué y cómo digitalizar lo rural, y sobre todo, también sirvió para poner caras a las entidades con las que trabajamos las problemáticas sociales y económicas que trae la despoblación en el territorio. Estamos enormemente agradecidos, por la hospitalidad, la vitalidad y el entusiasmo recibido, y por los enlaces creados con un pueblo al que seguro vamos a regresar. 

Quedaba pendiente el retorno, clarificando un poco y extendiendo un poco más la propuesta de para qué y cómo digitalizar lo rural. Ahí va.

Puede parecer que nosotros, al ser una cooperativa que trabaja en el sector tecnológico ubicada en una ciudad periférica de la zona hiperdensa de las comarcas de Barcelona hasta el Vallès Occidental, no tengamos mucho a decir. Nada más lejos de realidad. Por nuestro tamaño y nuestra tipología de proyectos hace tiempo que nos cuesta plantear proyectos hiperescalados de ciudades grandes como Barcelona y vemos más impacto en las periferias. 

Por ejemplo, algunas de las licitaciones planteadas y los marcos tecnológicos, acarrean un desgaste previo que a menudo es demasiado asimétrico y plantean futuros de muy poco recorrido, con tecnologías de igual duración. En tiempos en los que se da tanta importancia al relato, el foco se pone en la retórica más que en ninguna voluntad programática, y muy a menudo van tarde, y supuran urgencias que se materializan en dependencias de productos cerrados que favorecen las inercias generadas por las BigTech.

Porqué vemos interesante el planteamiento de base de maximalistas?

Esta entrada explica mucho: la importancia de los comunales digitales para lo rural . Pero básicamente entendemos que para poder tener cubierta de forma universal una alimentación sana, saludable y sostenible, no se puede anteponer los beneficios de propiedad, cadenas de valores o inversores. Y para compensar lo que se pierde cuando se abandonan químicos o ultraintensividad, hay que estudiar qué tensiones evitar. La vía posible: trabajar para obtener nuevas tecnologías y pensar (o recuperar) las formas de organización que pongan en el centro las necesidades genéricas de la humanidad.

Para alcanzar la evolución a lo ecológico para la sostenibilidad, hay que compensar la pérdida de productividad física(el plus que significa químicos y ultraintensividad) con nuevas tecnologías y formas de organización.

En la búsqueda de los agentes que pueden aunar el cambio de rumbo en lo rural, los maximalistas repasan modelos: las startups, la pequeña propiedad, los grandes propietarios, o las grandes multinacionales. Y a pesar de que en lo corto pueden dar beneficios, pronto se llega a las fallas de sostenibilidad y la quema de los recursos.

La tensión a evitar en proyectos capitalizados, es que el inversor, en su búsqueda de rentabilidad de la inversión, tenderá a la generación de escasez general y así extraer renta. Si creasen tecnologías provechosas, en la ecuación habría privación de su uso para el pueblo de al lado, y explotación del capital en forma de producto tecnológico en lugar de permitir extensión de usos y creación de nuevas costumbres para lidiar con los problemas de productividad de las tierras a nivel general.

Que nos queda:

Por extensión el resultado es la cooperativa de trabajo que se articula en torno a un comunal de conocimiento libre - Desarrollar tecnologías para usarlas y extender su uso. no venderlas o rentabilizarlas. Desde el inicio cooperativas de trabajo, ni propietarios ni consumidores, que el desarrollo de un comunal con su explotación sea por la necesidad de usarlo, quedando a resguardo de las presiones por convertirlo en una fuente de rentas.

Y todo esto a nosotros, como cooperativa dedicada a las tecnologías libres, nos suena y resuena y mucho en nuestro entorno...

Tecnología de per se

En cuanto nos invadió la pandemia, encontramos que se expandieron las demandas de lo digital. Sin embargo, en los sitios donde más se requería la urgencia, las prisas y la ausencia de planificación concreta, facilitado por una legión de comerciales con mucho relato, hizo  que se optara para adoptar tecnologías importadas que tenían su raíz y su sentido de existencia en el hecho que fuesen (extremadamente)rentables.

Ante estas situaciones y necesidades en las que se busca una regeneración, la apuesta de programas que ofrezcan capacidad de socialización, es básico si queremos tener oportunidad de generar y no de ser ahogados por el mercado en el futuro cercano. Y hoy por hoy tenemos formas de compartir tecnologías y conocimientos que lo permiten, ahí la importancia del software libre. Yendo a lo que dice el E. Carbonell sobre el futuro de la humanidad:

Per tant, la socialització de la tecnologia- o el que és el mateix, fer arribar l'educació tecnològica a tots els espècimens humans- és una acció necessària per a la millora col·lectiva de l'espècie. I és tan necessària com ho és la provisió tecnològica per una resocialització efectiva i no efectista de la tecnologia.

Humanismo tecnológico

En esta encrucijada entre demanda de mejores tecnologías, adaptando software generalista a lo específico. Lo que debemos asegurar es un humanismo tecnológico que permita una socialización del conocimiento y no solo entender el conocimiento como patrimonio a explotar. 

Lo primero a crear es un espacio dónde sea posible aportar en forma de conocimiento a la comunidad concreta. De la misma forma que puedo aportar en forma de algoritmos a un proyecto de código abierto, debo poder aportar en forma de unidad didáctica, por ejemplo unos planos de maquinaria, un estudio determinado, una documentación... a repositorios comunes que permitan la ampliación del abasto y la posibilidad de combinatoria y reproducción a coste marginal.

De nuevo, en palabras de Carbonell:

... Que todo el conocimiento acumulado por nuestro genero permanezca y la humanidad presente y futura lo pueda utilizar. Evaluar la realidad de forma científica, social y crítica, y almacenarla , nos permitirá realizar grandes transformaciones en la sociedad del pensamiento. Podemos transformarnos asegurando que lo que hacemos tiene abasto para todo la especie.

De ahí la propuesta un poco más afinada que sale de la pizarra de communia cuando leímos espacio en el blog maximalista

Una propuesta de repositorios públicos de propiedad distribuida o que pase por alguna suerte de fundación. Pero estipular repositorios compartidos de recursos y conocimiento en los que se palpe el trabajo de comunidades en pueblos y que los enlace a proyectos en ciudades pequeñas/medianas podría ayudar a indexar recursos mejor y a no depender de la subasta constante de google para ser visible. A partir de aquí entenderlo como comunal de conocimiento que se resocialice mediante formación y que quede almacenado. No garantiza nada, pero facilitarías espacios comunes. Acompañado de cursos presenciales podría ir a más, y a su vez dotar de programación a ateneos/casas de pueblo.

La propuesta de integración a partir de ahí técnicamente debería ser facilitar la incorporación de estos recursos a itinerarios formativos específicos y combinables.

Visión histórica

Si las opciones materiales históricas nos empujan a desplazar la pequeña propiedad hacia nuevas formas de colectivismo,  se debería estudiar el cómo se hizo en los momentos históricos. Eso es estudiar las socializaciones del conocimiento en el momento de auge del movimiento de las colectividades locales y la organización colectiva de la producción, pero seguro pasaba por una socialización in situ, en las casas de pueblo igual que en los ateneos o en las mutualidades culturales.

Los usos y costumbres que se generen a partir de la práctica han de llevar el signo del origen del comunal de forma consciente, eso es darle la importancia tanto efectiva como simbólica que merece el hecho de que, como es natural, la puesta en común, el apostar para maximizar los beneficios comunes generales, es lo que permite dar sostenibilidad no solo a lo rural, sino a lo humano y a lo que nos propongamos como especie que se reconoce ante el espejo.

Cómo dicen los maximalistas:

El desarrollo de conocimiento libre produce chispas y anticuerpos en la lógica capitalista. Por eso da igual que sea Red Hat u Open AI, las empresas que responden ante inversores son tarde o temprano incompatibles con el desarrollo de conocimiento libre. El conocimiento libre requiere ser entendido y administrado como un comunal para poder prosperar.

Sobre Communia

Somos una cooperativa de pequeña escala, Intentamos ser una estructura orgánica que permita desarrollar un humanismo tecnológico, y ser pequeños nos gusta, por el hecho de que no tenemos pretensiones de crecer demasiado en escala y estar cómodos en facilitar el abasto de nuestras soluciones. 

En este sentido difícilmente seguiremos la misma lógica de otras grandes empresas en lo que se refiere a crecer en escala para poder llevar sus propuestas o soluciones al territorio concreto, si no que ofreceremos colaboración para implementar algunas de las soluciones para que se repliquen por parte de sus agentes y que sean capaces de aportar diferenciación en los pueblos y versatilidad en el genérico. 

Trabajamos y no tenemos miedo a plantear proyectos con grandes empresas y administraciones( UE, Diputación de Barcelona, Ayuntamiento de Barcelona, Universidades), pero en la mayoría de los casos, debido a nuestra escala, preferimos colaborar en distintas formas de alianza y cooperación. Puede parecer un límite y una restricción, pero lo vemos como una oportunidad en el sentido que nos obliga a entendernos con otros y hace que los proyectos sean más plurales. Siempre desde el crecimiento del modelo de socialización del conocimiento. 

¿Qué nos diferencia de las filiales de empresas de gran escala que tal vez serían capaces de implementar lo que cogieran de un repositorio público de código abierto? La comunidad, la cooperación y obviamente la democracia económica en el sí de nuestras formas organizativas. Y sobre todo  la consciencia operativa en lo que se refiere al trato del comunal, rechazando lógicas extractivas.

Seguir prosperando

El juntarnos con gente de Extremadura, Andalucía, Portugal o Francia, en la proyección de modelos que puedan ganar alcance para repoblar desde los comunales, y gracias al análisis y la propuesta programática hecha, tenemos coordenadas. Pero nos falta posición estratégica como habitantes de ciudades medias que miran a lo rural. ¿Cuál sería el ámbito de proyección y actuación? 

Podemos plantear un seguimiento y una sintonía de los materiales elaborados por los centros de estudios, seguimiento de itinerarios y aceptar los conocimientos y tecnologías generados desde los pueblos, pero hay mucho que pensar. Y necesitamos pares, cerca y lejos. Iniciativas que no tengan miedo a aportar, compartir y cooperar para dar pasos hacia adelante y construir futuros. ¿Quién se une?

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